Soy Ignacio Roldán Martínez
Desde que empecé a dirigir y evaluar propuestas de intervención educativa, a reflexionar sobre el estado de la cuestión y a esbozar un marco teórico coherente, se dibujan dentro de mí las que desean convertirse en líneas de una nueva educación. No de una educación concebida en términos de la modernidad ilustrada, no; más bien, la de una en consonancia con las nuevas realidades que desde hace pocos años emergen con fuerza. Los conceptos clave que de momento parecen imponerse como configuradores de lo que propongo son:
flexibilidad – fluidez – autonomía – tecnología – expresión – trabajo en equipo – creatividad – emprendimiento – generosidad – cultura – identidad.
¿Hay más conceptos clave? Seguramente. ¿Cómo se relacionan entre sí? Si, por ejemplo, tomamos el de “tecnología” (entendido aquí como TIC), podemos darnos cuenta fácilmente de cómo favorece la flexibilidad, la fluidez o la autonomía en determinados procesos; incluso el trabajo en equipo, a través de sus herramientas de comunicación y de tarea compartida.
Una última pregunta, al menos de momento: ¿es posible una transición del antiguo modelo a uno nuevo de las características que planteo?