
El Proyecto Zero (http://pz.harvard.edu), de la Universidad de Harvard, se plantea explorar, comprender y fomentar capacidades como el aprendizaje, el pensamiento, la ética, la creatividad… Se pregunta por su naturaleza, contextos, condiciones y prácticas para su desarrollo.
En sus inicios, se centró en la comprensión del aprendizaje en y mediante las artes. Quizás por eso, o por la misma naturaleza de la educación, uno de sus intereses principales sea fusionar la teoría y la práctica, con el objetivo de lograr la autonomía del alumno en un mundo complejo, cambiante.
Una de las áreas de su investigación es la creación de culturas de pensamiento, que son
lugares en donde el pensamiento del grupo, tanto individual como colectivo, se valora, se hace visible y se promueve activamente como parte de la experiencia cotidiana de todos los miembros del grupo
Ritchhart, R., Church, M. & Morrison, K. (2014). Hacer visible el pensamiento: Cómo promover el compromiso, la comprensión y la autonomía de los estudiantes. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.
Ocho son las fuerzas que ayudan a crear culturas de pensamiento:
- Expectativas: plantear expectativas, pues nuestras creencias condicionan nuestro pensamiento.
- Oportunidades: crear actividades significativas para pensar y comprender.
- Tiempo: para pensar y profundizar en los tópicos.
- Modelaje: modelarse como pensadores y aprendices para discutir, compartir y hacer visible nuestro proceso de pensamiento.
- Lenguaje: emplear lenguaje de pensamiento: vocabulario.
- Ambiente: que ayude a mostrar el proceso de pensamiento y el desarrollo de ideas.
- Interacciones: que fortalezcan; respeto y valoración.
- Rutinas: secuencias, herramientas, patrones de pensamiento.
Quizás uno de los aspectos clave para lograr esta cultura de pensamiento sea la autoevaluación del docente. Un ejemplo de rúbrica como la siguiente puede ayudar a entender las preguntas que este puede hacerse a sí mismo:
Enseñanza y aprendizaje basados en comunidades de indagación:
Dentro de la cultura de pensamiento ocupan un lugar privilegiado las rutinas de pensamiento. ¿Qué son?: acciones cognitivas habituales [y fáciles]. En concreto, preguntas o afirmaciones abiertas, cuya función es promover y visibilizar el pensamiento. Ejemplos de estas son:
- ¿Qué te hace decir eso? (Para hacer interpretaciones y justificar afirmaciones).
- Pensar-Cuestionar-Explorar (Para profundizar más y para cuestionar).
- Pensar-Juntarse-Compartir (Para razonar, para transmitir o explicar).
- Círculos de Puntos de Vista (Para explorar diversas perspectivas).
- Solía Pensar – Ahora Pienso (Para reflexionar sobre el cambio en nuestra forma de pensar sobre un tema determinado y dar cuenta del porqué de ese cambio).
- Ver-Pensar-Preguntar (Para explorar el pensamiento a partir de estímulos visuales).
[continuará]